martes, 23 de octubre de 2007

Informe de ambiental


Ecología.

Estudio de la relación entre los organismos y su medio ambiente físico y biológico. El medio ambiente físico incluye la luz y el calor o radiación solar, la humedad, el viento, el oxígeno, el dióxido de carbono y los nutrientes del suelo, el agua y la atmósfera. El medio ambiente biológico está formado por los organismos vivos, principalmente plantas y animales.

Debido a los diferentes enfoques necesarios para estudiar a los organismos en su medio ambiente natural, la ecología se sirve de disciplinas como la climatología, la hidrología, la física, la química, la geología y el análisis de suelos. Para estudiar las relaciones entre organismos, la ecología recurre a ciencias tan dispares como el comportamiento animal, la taxonomía, la fisiología y las matemáticas.

El creciente interés de la opinión pública respecto a los problemas del medio ambiente ha convertido la palabra ecología en un término a menudo mal utilizado. Se confunde con los programas ambientales y la ciencia medioambiental (véase Medio ambiente). Aunque se trata de una disciplina científica diferente, la ecología contribuye al estudio y la comprensión de los problemas del medio ambiente.

El término ecología fue acuñado por el biólogo alemán Ernst Heinrich Haeckel en 1869; deriva del griego oikos (hogar) y comparte su raíz con economía. Es decir, ecología significa el estudio de la economía de la naturaleza. En cierto modo, la ecología moderna empezó con Charles Darwin. Al desarrollar la teoría de la evolución, Darwin hizo hincapié en la adaptación de los organismos a su medio ambiente por medio de la selección natural. También hicieron grandes contribuciones naturalistas como Alexander Von Humboldt, profundamente interesados en el cómo y el por qué de la distribución de los vegetales en el mundo.

Biodiversidad

Contracción de la expresión ‘diversidad biológica’, expresa la variedad o diversidad del mundo biológico. En su sentido más amplio, biodiversidad es casi sinónimo de ‘vida sobre la Tierra‘. El término se acuñó en 1985 y desde entonces se ha venido utilizando mucho, tanto en los medios de comunicación como en círculos científicos y de las administraciones públicas.

Se ha hecho habitual, por funcionalidad, considerar tres niveles jerárquicos de biodiversidad: genes, especies y ecosistemas. Pero es importante ser consciente de que ésta no es sino una de las varias formas de evaluar la biodiversidad y que no hay una definición exacta del término ni, por tanto, acuerdo universal sobre el modo de medir la biodiversidad. El mundo biológico puede considerarse estructurado en una serie de niveles de organización de complejidad creciente; en un extremo se sitúan las moléculas más importantes para la vida y en el otro las comunidades de especies que viven dentro de los ecosistemas. Se encuentran manifestaciones de diversidad biológica a todos los niveles. Como la biodiversidad abarca una gama amplia de conceptos y puede considerarse a distintos niveles y escalas, no es posible reducirla a una medida única. En la práctica, la diversidad de especies es un aspecto central para evaluar la diversidad a los demás niveles y constituye el punto de referencia constante de todos los estudios de biodiversidad.

¿CUÁL ES LA MAGNITUD  DE LA BIODIVERSIDAD?

En esta sección se aborda la biodiversidad en términos de riqueza de especies. El número de especies que pueblan la Tierra es enorme, pero se desconoce incluso con un margen de un orden de magnitud. Hasta la fecha se han descrito cerca de 1,7 millones de especies. En este contexto, descripción significa que se han descubierto ejemplares, se han recogido muestras, se han llevado a un museo, se han identificado como especies nuevas y, por último, se han descrito y nombrado con carácter formal en una publicación científica. Las estimaciones del número total de especies que podría haber en el mundo se basan sobre todo en el número de especies hasta la fecha desconocidas que se han descubierto en zonas tropicales muestreadas meticulosamente y en la proporción que representan dentro del conjunto de muestras recogido. Estas estimaciones oscilan entre 5 y casi 100 millones de especies. Se ha propuesto un valor de aproximadamente 12,5 millones como estimación conservadora útil.

Sin duda, la mayor parte de las especies que viven en la Tierra continúan siendo desconocidas. El grupo mejor inventariado es, con diferencia, el de los animales vertebrados. En las últimas décadas se han descrito cerca de 200 nuevas especies de peces, frente a sólo una veintena de mamíferos y entre una y cinco especies de aves. Algunas de estas especies son realmente nuevas, pero muchas descripciones nuevas son consecuencia de la división en varias especies de lo que se tenía por una especie única. Pese a la idea generalizada de que no queda por descubrir ningún mamífero de gran tamaño, hace poco se han encontrado en Vietnam del Norte tres especies nuevas que responden a esta descripción.

Cada año se describen miles de insectos nuevos. De hecho, hay base para suponer que, con excepción de mamíferos y aves, el único factor que limita el número de especies nuevas descritas es el número de taxonomistas activos y el ritmo con el que son capaces de estudiar ejemplares nuevos.

Hay muchas más especies descritas de insectos que de cualquier otro grupo. Aunque recientemente se ha sugerido que los nematodos, hongos, microorganismos y coleópteros (los insectos más numerosos) engloban un número de especies muy superior al que antes se creía, según algunas estimaciones de la riqueza global de especies la mayor parte de la vida terrestre estaría formada por insectos.


¿QUÉ ESTÁ OCURRIENDO CON LA BIODIVERSIDAD?

Es ahora motivo común de inquietud el hecho de que las actividades humanas han reducido la biodiversidad a escala mundial, nacional y regional y que esta tendencia continúa. Esto se manifiesta en la pérdida de poblaciones vegetales y animales, en la extinción y en el agotamiento de especies y en la simplificación de comunidades y ecosistemas. Hay dos formas de evaluar el agotamiento de la biodiversidad: la investigación y la observación directas y la elaboración de hipótesis de lo que puede ocurrir sobre la base de lo que actualmente se sabe.

El análisis de restos animales (sobre todo huesos y conchas de moluscos) y de datos históricos revela que desde el comienzo del siglo XVII se han extinguido unas 600 especies. Desde luego, esto no constituye el cuadro completo, pues muchas especies se han extinguido sin que la humanidad tenga conocimiento de ello. Cerca de las tres cuartas partes de estas extinciones conocidas han ocurrido en islas, como consecuencia de la ocupación por colonos; las causas han sido la sobreexplotación, la destrucción de hábitats y el impacto causado por la introducción de animales. Las extinciones registradas han aumentado mucho desde principios del siglo XIX hasta mediados del XX, y han disminuido desde entonces. Este descenso aparente puede ser consecuencia de las iniciativas de conservación adoptadas en el curso de las últimas décadas, o bien reflejar el hecho de que pueden pasar muchos años entre la última vez que se ve una especie y el momento en que puede registrarse como extinguida con cierta seguridad. De hecho, se han redescubierto varias especies que se consideraban extinguidas.

Cerca de 6.000 especies animales se consideran amenazadas de extinción porque está disminuyendo el número de individuos que las forman, porque se están destruyendo sus hábitats a consecuencia de la sobreexplotación o porque, sencillamente, se ha limitado mucho su área de distribución. Aunque es un número considerable, el estado de conservación de la mayor parte de las especies sigue sin evaluar. Se ha estudiado una parte importante de las aproximadamente 9.700 especies de aves que hay en el mundo, pero sólo cerca de la mitad de los 4.630 mamíferos y proporciones pequeñas de otros vertebrados. Se ha examinado un número relativamente reducido de las más de 280.000 especies de plantas superiores y, aunque se dispone de cierta información sobre mariposas, libélulas y moluscos, en términos reales no se ha evaluado el estado de conservación de la mayoría de las especies de invertebrados.

Observaciones de campo han confirmado que hay una relación entre el tamaño de un área y el número de especies que contiene. Una generalización sugiere que si una mancha de hábitat se reduce hasta la décima parte de su superficie original, es probable que pierda la mitad de las especies que tenía. Puede utilizarse esta relación entre área y especies para predecir las tasas de extinción. Como la mayor parte de las especies viven en las selvas tropicales húmedas, suscita especial inquietud la influencia que la tala y la modificación de estos hábitats pueda ejercer sobre la extinción de especies. Aunque no cuentan con mucho apoyo, si se toman como punto de partida las estimaciones más elevadas de riqueza de especies de los trópicos húmedos, la relación entre especies y área sugiere que las tasas mundiales de extinción podrían ser extremadamente altas. Los medios de comunicación han prestado mucha atención a estas tasas de extinción elevadas, pero es importante tener en cuenta el fundamento en que se basan.

Numerosos individuos, organizaciones y países han trabajado en las últimas décadas para identificar poblaciones, especies y hábitats amenazados de extinción o degradación y para invertir estas tendencias. Los objetivos comunes son gestionar más eficazmente el mundo natural para mitigar la influencia de las actividades humanas y, al mismo tiempo, mejorar las opciones de desarrollo de los pueblos desfavorecidos. Muchos conservacionistas esperan que la historia demuestre que el año 1992 ha constituido un punto de inflexión. En junio de ese año se presentó a la firma el Convenio sobre la Diversidad Biológica en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, celebrada en Río de Janeiro. El Convenio entró en vigor a finales de 1993, y a principios de 1995 lo habían firmado más de cien países; esto significa que están de acuerdo con sus fines y que harán todo lo posible por cumplir con sus disposiciones.

Los objetivos generales del Convenio son: conservar la diversidad biológica, utilizar una biodiversidad sostenible a largo plazo y compartir lealmente las ventajas del uso de los recursos genéticos (en selección vegetal y biotecnología, por ejemplo). Las dificultades son muchas e imponentes, pero el Convenio constituye el único marco mundial amplio para planificar y emprender las acciones necesarias. En él se declara explícitamente que, aun cuando los países tienen la responsabilidad de la biodiversidad dentro de sus fronteras, la planificación eficaz exige tener en cuenta el contexto mundial y que los países en desarrollo necesitarán el apoyo de todos los demás

Biota Conjunto de animales y plantas que ocupan un lugar determinado. Por ejemplo, se puede distinguir entre biota marina y biota terrestre, aunque el espacio puede circunscribirse a cualquier extensión que se defina y delimite.

La biota de un lugar conforma una comunidad, aunque el concepto no implica más relación entre los organismos que la relativa a la presencia común en dicho lugar. La coexistencia de organismos de diferentes especies origina interrelaciones entre muchas de ellas, ya sean directas o indirectas, entre las cuales están la depredación, el comensalismo, la simbiosis y el parasitismo.




Biotopo

Término que en sentido literal significa ambiente de vida y se aplica al espacio físico, natural y limitado, en el cual vive una biocenosis. La biocenosis y el biotopo forman un ecosistema. La noción de biotopo puede aplicarse a todos los niveles del ecosistema: en un extremo se puede considerar el biotopo general, como el mar, formado por las comunidades vegetales, animales y de microorganismos que le corresponden, y en el otro extremo se puede considerar el biotopo local, como puede ser un arrecife coralino, con su fauna y vegetación característica asociada. Por lo tanto, el biotopo puede ser homogéneo desde el punto de vista ecológico, o puede comprender un conjunto de residencias ecológicas distintas, como es el caso de un río y su tramo alto, medio y bajo, donde viven, en cada uno de ellos, comunidades animales y vegetales diferentes.

Bioma Término que se aplica a las comunidades animales, vegetales y de microorganismos que son características de cada región climática. La interacción del clima regional con el sustrato y con dichas comunidades produce unidades amplias, los biomas, que se definen en función de la vegetación predominante. Entre un bioma y otro no hay un límite definido, sino una gradación progresiva, y aunque en la actualidad todavía no se ha llegado a un acuerdo exacto sobre el número de biomas que hay en el mundo, podemos mencionar los siguientes: tundra, con una vegetación en la que dominan plantas herbáceas, musgos y líquenes; taiga o bosque de coníferas boreal; bosques de la zona templada, con mezcla de árboles de hoja caduca y coníferas; bosques de la zona mediterránea y subtropical; pluvisilva tropical, con una vegetación exuberante debido a la abundancia de precipitaciones, y el desierto, caracterizado por la escasez de lluvias y con una vegetación casi inexistente.

Ecosistema Sistema dinámico relativamente autónomo formado por una comunidad natural y su medio ambiente físico. El concepto, que empezó a desarrollarse en las décadas de 1920 y 1930, tiene en cuenta las complejas interacciones entre los organismos —plantas, animales, bacterias, algas, protozoos y hongos, entre otros— que forman la comunidad y los flujos de energía y materiales que la atraviesan.

Hay muchas formas de clasificar ecosistemas, y el propio término se ha utilizado en contextos distintos. Pueden describirse como ecosistemas zonas tan reducidas como los charcos de marea de las rocas y tan extensas como un bosque completo. Pero, en general, no es posible determinar con exactitud dónde termina un ecosistema y empieza otro. La idea de ecosistemas claramente separables es, por tanto, artificiosa.

INFLUENCIA HUMANA SOBRE LOS ECOSISTEMAS

dos los medios y ecosistemas naturales se enfrentan ahora a una dificultad sin precedentes: la humanidad. El ser humano ha comprimido en unos pocos siglos cambios que en su ausencia hubiesen exigido miles o millones de años. Las consecuencias de estos cambios están todavía por ver. A continuación se describen los impactos más importantes de la actividad de los seres humanos sobre los ecosistemas

Clima Efecto a largo plazo de la radiación solar sobre la superficie y la atmósfera de la Tierra en rotación. El modo más fácil de interpretarlo es en términos de medias anuales o estaciónales de temperatura y precipitaciones.

Las áreas de tierra firme y las marinas, al ser tan variables, reaccionan de modos muy distintos ante la atmósfera, que circula constantemente en un estado de actividad dinámica. Las variaciones día a día en un área dada definen su climatología, mientras que el clima es la síntesis a largo plazo de esas variaciones (ambas pueden considerarse subdisciplinas de la meteorología). El clima se mide por medio de termómetros, pluviómetros, barómetros y otros instrumentos, pero su estudio depende de las estadísticas. Con todo, un resumen sencillo a largo plazo de los cambios climáticos no proporciona una representación exacta del clima. Para obtener ésta es necesario el análisis de los patrones diarios, mensuales y anuales. La investigación de los cambios climáticos en términos de tiempo geológico es el campo de estudio de la paleo climatología, que requiere las herramientas y métodos de la investigación geológica.

El clima y los biomas terrestres Los climas regionales pueden describirse en términos de cinco tipos de biomas. Éstos se caracterizan por una combinación de temperatura, humedad, vegetación y fauna asociada a un área determinada. El mapa muestra la distribución de los grandes biomas: pluvisilva y sabana, bosque mixto y pradera, bosque mixto y de hoja acicular, estepa y desierto, y tundra y casquetes polares.


Latitud y longitud sistema de coordenadas geométricas, también llamadas coordenadas geográficas, que se utiliza para definir la localización de lugares en la superficie terrestre (para conocer la utilización de esos términos en astronomía, véase Sistema de coordenadas astronómicas; Eclíptica). La latitud, que proporciona la localización de un lugar al norte o al sur del ecuador, se expresa con medidas angulares que van desde 0° en el ecuador hasta 90° en los polos. La longitud, la localización de un lugar al este o al oeste de una línea norte-sur denominada meridiano de referencia, se mide en ángulos que van de 0° en el meridiano de origen (meridiano de Greenwich) a 180° en la línea internacional de cambio de fecha.

A mitad de camino entre los dos polos, el ecuador, un círculo máximo (es decir, un círculo cuyo centro es también el centro de la Tierra), divide el globo terráqueo en dos hemisferios: el hemisferio norte y el hemisferio sur. Paralelos al ecuador, al norte y al sur de él, hay una sucesión de círculos imaginarios separados por intervalos uniformes, círculos que reducen su perímetro a medida que se acercan a los polos. Esta serie de círculos, conocidos como paralelos de latitud, se cruzan formando ángulos rectos con una serie de semicírculos que se extienden de norte a sur, desde un polo hasta el otro, denominados meridianos de longitud.

Tradicionalmente, los cálculos para determinar la latitud de un punto se hacían en función de la estimación de la altura del Sol sobre el horizonte por medio de un sextante y la localización de la estrella polar en el hemisferio norte y de la Cruz del Sur en el hemisferio sur. Establecer la longitud de un punto fue más complicado. Hasta finales del XVII establecer la longitud de un punto en tierra tenía solución, pero en el mar era muy difícil de determinar; dio lugar a la deformación que presentan los mapas antiguos y a muchos problemas para la demarcación de los territorios portugueses y españoles en el Atlántico después del descubrimiento de América.

Aunque es lógica la elección del ecuador como paralelo de origen por ser el de mayor diámetro, en un primer momento no se calificó ningún meridiano de principal. Hasta que se llegó a un acuerdo sobre un único meridiano de origen, cada nación podía elegir libremente el suyo. El resultado de esto fue que, en el siglo XIX, muchos mapas del mundo no tenían unas coordenadas uniformes. El problema se resolvió en 1885, cuando 25 países adoptaron oficialmente un meridiano de origen, que pasa por el Real observatorio de Greenwich, en Londres, dentro de un acuerdo que establecía un sistema horario universal. Un indicador metálico en Greenwich muestra su localización exacta.

Aunque en teoría los grados de longitud están espaciados de manera uniforme, el achatamiento de los polos hace que la longitud de un grado de latitud varíe desde 110,57 km, en el ecuador, a 111,70 km, en los polos. En el ecuador los meridianos de longitud separados por un grado se encuentran a una distancia de 111,32 km, mientras que en los polos los meridianos convergen. Cada grado de longitud y latitud se divide en 60 minutos y cada minuto en 60 segundos. De este modo se puede asignar una localización precisa a cualquier lugar de la tierra.


Líneas de latitud y longitud Las líneas de latitud y longitud se emplean para localizar un punto específico en el globo terrestre. El ecuador es una línea imaginaria desde la que se mide la latitud; equidista de los polos y divide al globo en hemisferio norte y hemisferio sur. La longitud define la situación de un punto al este u oeste de otra linea imaginaria de referencia, el meridiano de Greenwich. A diferencia de las líneas de latitud, que se van acortando a medida que se acercan a los polos, todas las líneas de longitud o meridianos miden igual de norte a sur y convergen en los polos. Cualquier punto del globo se puede describir en términos de distancia angular desde los puntos de referencia del ecuador (0º de latitud) y del meridiano de Greenwich (0º de longitud).

Altitud (Geografía), altura sobre el nivel del mar. Para referir las altitudes al nivel del mar y dado que éste varía en el espacio y en el tiempo, cada país fija convencionalmente el lugar a partir del cual se calculen todas las cotas de altitud que aparecerán en la cartografía oficial; es el denominado cero de nivelación. El nivel medio del mar, o nivel cero, se calcula con un mareógrafo a partir de una serie de registros ininterrumpidos de oscilaciones de mareas. En España, el nivel medio que se toma como cota cero es el obtenido por el mareógrafo de Alicante.


Humedad Medida del contenido de agua en la atmósfera. La atmósfera contiene siempre algo de agua en forma de vapor. La cantidad máxima depende de la temperatura; crece al aumentar ésta: a 4,4 °C, 1.000 kg de aire húmedo contienen un máximo de 5 kg de vapor; a 37,8 °C 1.000 kg de aire contienen 18 kg de vapor. Cuando la atmósfera está saturada de agua, el nivel de incomodidad es alto ya que la transpiración (evaporación de sudor corporal con resultado refrescante) se hace imposible.

El peso del vapor de agua contenido en un volumen de aire se conoce como humedad absoluta y se expresa en unidades de masa de agua por unidades de masa o de volumen de aire seco. Frecuentemente se utiliza la medida de gramos de vapor de agua por metro cúbico de aire. La humedad relativa, dada en los informes meteorológicos, es la razón entre el contenido efectivo de vapor en la atmósfera y la cantidad de vapor que saturaría el aire a la misma temperatura.

Si la temperatura atmosférica aumenta y no se producen cambios en el contenido de vapor, la humedad absoluta no varía mientras que la relativa disminuye. Una caída de la temperatura incrementa la humedad relativa produciendo rocío por condensación del vapor de agua sobre las superficies sólidas.

La humedad se mide con un higrómetro. El índice de temperatura-humedad (índice T-H, también llamado índice de incomodidad) expresa con un valor numérico la relación entre la temperatura y la humedad como medida de la comodidad o de la incomodidad. Se calcula sumando 40 al 72% de la suma de las temperaturas en un termómetro seco y en otro húmedo. Por ejemplo, si la temperatura en el termómetro seco es de 30 °C y en el húmedo es de 20 °C, el índice T-H será de 76. Cuando el valor es 70, la mayoría de la gente está cómoda, si el índice es de 75 el ambiente se hace más incómodo.


Lluvia Precipitación de gotas líquidas de agua. Las gotas de agua tienen en general diámetros superiores a 0,5 mm y pueden llegar a unos 3 mm. Las gotas grandes tienden a achatarse y a dividirse en gotas menores por la caída rápida a través del aire. La precipitación de gotas menores, llamada llovizna, suele limitar fuertemente la visibilidad, pero no suele producir acumulaciones significativas de agua.

La cantidad o volumen de agua caída se expresa como la altura que alcanzaría el agua caída sobre el terreno suponiendo que no hubiera pérdidas o infiltraciones. Se suele expresar en milímetros. Existe una equivalencia entre esta medida en milímetros y el volumen por superficie, de manera que 1 mm de altura supone 1 l/m2.


CLASIFICACIÓN CLIMÁTICA DE KÖPPEN

12 TIPOS BÁSICOS:
obtenidos de la combinación de grupos y subgrupos que aparecen más abajo

Af

Clima de selva tropical lluviosa

En el mes más seco caen más de 600 mm de precipitación.

Am

Clima monzónico

En el mes más seco caen menos de 600 mm de precipitación.

Aw

Clima de sabana tropical

Al menos hay un mes en el que caen menos de 600 mm de precipitación.

BS

Clima de estepa

Clima árido continental.

BW

Clima desértico

Clima árido con precipitaciones inferiores a 400 mm.

Cf

Clima templado húmedo sin estación seca

Las precipitaciones del mes más seco son superiores a 300 mm.

Cw

Clima templado húmedo con estación invernal seca

El mes más húmedo del verano es 10 veces superior al mes más seco del invierno.

Cs

Clima templado húmedo con veranos secos

Precipitaciones del mes más seco del verano inferiores a 300 mm; las del mes más lluvioso del invierno, 3 veces superiores.

Df

Clima boreal de nieve y bosque con inviernos húmedos

No hay estación seca.

Dw

Clima boreal de nieve y bosque con inviernos secos

Con estación seca en invierno.

ET

Clima de tundra

Temperatura media del mes más cálido inferior a 10 ºC y superior a 0 ºC.

EF

Clima de los hielos polares

La temperatura media del mes más cálido es inferior a 0 ºC.

Clima tropical Es propio de las regiones tropicales. Las temperaturas medias mensuales son elevadas y bastante uniformes a lo largo del año, siendo la media anual superior a los 20 ºC. El régimen térmico varía entre 3º y 10º, mayor en el interior y menor en las áreas costeras. Las precipitaciones oscilan entre los 400 y los 1.000 mm anuales, aunque la variedad de clima monzónico alcanza valores muy superiores. Alternan las estaciones secas y lluviosas. En función de la distribución estacional de las precipitaciones y de la cantidad se distinguen las variedades siguientes: sudanés (precipitaciones entre 750 y 1.100 mm y tres estaciones, una seca y fresca, otra seca y calurosa, y otra lluviosa), subecuatorial (dos estaciones lluviosas y dos secas), saheliense (precipitaciones entre 400 y 750 mm, con una larga estación seca) y monzónico (estación lluviosa de gran intensidad que alterna con otra seca).

Clima tropical de venezuela

El clima es tropical, aunque varía según las zonas; así, las áreas bajas presentan unas altas temperaturas, que alcanzan los 27 ºC de promedio, y lluvias abundantes. La vegetación es exuberante, con gran diversidad de especies, salvo una pequeña franja del extremo norte donde impera la sabana. Las serranías principales del sur constituyen divisorias de aguas: los ríos que nacen en ellas generalmente son afluentes del Orinoco, si bien hay otros que pertenecen a la cuenca del Amazonas. El estado está recorrido por numerosos ríos, entre los que destacan el Bajo Orinoco, con su principal afluente el Caroní, el Paragua, el Carrao, el Caura y el Aro; todos ellos desaguan en el Orinoco. En el río Caroní se construyó la central hidroeléctrica Raúl Leoni (también conocida como Guri).

La diversidad territorial de Venezuela se ve reflejada en una variedad de climas, los cuales se asocian directamente a los paisajes existentes. En el litoral venezolano caribeño, en las islas y en las depresiones de Lara, predomina un clima semiárido con vegetación seca, precipitaciones anuales de 600 mm y temperaturas de 24 ºC de promedio. En la cordillera de la Costa, cordillera de los Andes, valles intramontanos y serranías, el clima varía desde el tropical de altura, a partir de los 900 m de altitud, hasta los climas fríos de montaña por encima de los 3.500 metros; gran número de asentamientos humanos del país se han establecido en estas áreas montañosas, con precipitaciones anuales entre los 850 y los 900 mm, y temperaturas que oscilan entre 18 y 22 °C de promedio. En las tierras bajas de Los Llanos domina el clima tropical lluvioso con una estación seca bien marcada; en la estación lluviosa se dan precipitaciones entre los 1.200 y 1.600 mm anuales y una temperatura de 28 °C de promedio anual. En el delta del Orinoco se desarrolla un clima tropical lluvioso y de influencia marítima, lo que favorece el desarrollo de una densa vegetación. En el sur de Venezuela aumenta la pluviosidad, con precipitaciones anuales que superan los 4.000 mm, con 10 y 11 meses lluviosos al año y temperaturas que superan los 28 °C de media, estableciéndose así una condición óptima para el desarrollo de densas formaciones vegetales selváticas siempre húmedas, llamadas pluvisilvas.


Clima templadoBajo este epígrafe se aúnan una gran variedad de climas que tienen en común el hecho de contar con unas temperaturas estivales más elevadas que en invierno. Los climas templados se clasifican en:

Clima mediterráneo

Clima chino

Clima oceánico

Clima continental

Clima mediterráneo Este tipo de clima se da particularmente en los países ribereños del mar Mediterráneo, de ahí su denominación, aunque se han establecido varios subtipos en relación con la distancia a las masas oceánicas. También se da en la costa meridional de Australia, en el suroeste de la República de Sudáfrica, en California y en las estrechas áreas costeras de Chile central, donde los Andes actúan como barrera climática. En sentido amplio, define el clima de las regiones costeras occidentales de los continentes comprendidas dentro de la zona de las latitudes medias de la Tierra (entre los 30º y los 45º, aproximadamente). Se caracteriza por veranos cálidos, secos y soleados, e inviernos suaves y húmedos. Las temperaturas medias anuales varían entre los 12 ºC y los 18 ºC, y la oscilación térmica anual está comprendida entre los 10º y los 15º por lo general. El promedio de precipitaciones se sitúa entre los 400 y los 700 mm, concentradas en el invierno, ya que durante el verano el clima está sujeto a la presencia de anticiclones subtropicales, y en el invierno, a las depresiones de la atmósfera.

Este clima presenta una temperatura media ligeramente superior a la del mediterráneo, lo mismo que la oscilación térmica anual, que supera los 15º. El promedio de precipitaciones sobrepasa los 1.000 mm, concentradas en el periodo estival, que contrasta con la sequedad del invierno.

Es el clima característico de las regiones comprendidas dentro de la zona de latitudes medias de la Tierra sujetas a la influencia oceánica. La proximidad del mar determina una amplitud térmica anual en general pequeña y unas precipitaciones importantes (1.000-2.000 mm) y bien distribuidas a lo largo del año, aunque el máximo se sitúa en la estación invernal. La temperatura media depende de la latitud, aunque se puede establecer en torno a los 10 ºC; los inviernos presentan unas temperaturas moderadas y en verano son frescas.

Este tipo de clima se da particularmente en los países ribereños del mar Mediterráneo, de ahí su denominación, aunque se han establecido varios subtipos en relación con la distancia a las masas oceánicas. También se da en la costa meridional de Australia, en el suroeste de la República de Sudáfrica, en California y en las estrechas áreas costeras de Chile central, donde los Andes actúan como barrera climática. En sentido amplio, define el clima de las regiones costeras occidentales de los continentes comprendidas dentro de la zona de las latitudes medias de la Tierra (entre los 30º y los 45º, aproximadamente). Se caracteriza por veranos cálidos, secos y soleados, e inviernos suaves y húmedos. Las temperaturas medias anuales varían entre los 12 ºC y los 18 ºC, y la oscilación térmica anual está comprendida entre los 10º y los 15º por lo general. El promedio de precipitaciones se sitúa entre los 400 y los 700 mm, concentradas en el invierno, ya que durante el verano el clima está sujeto a la presencia de anticiclones subtropicales, y en el invierno, a las depresiones de la atmósfera.

Clima chino Este clima presenta una temperatura media ligeramente superior a la del mediterráneo, lo mismo que la oscilación térmica anual, que supera los 15º. El promedio de precipitaciones sobrepasa los 1.000 mm, concentradas en el periodo estival, que contrasta con la sequedad del invierno.

Clima oceánicoEs el clima característico de las regiones comprendidas dentro de la zona de latitudes medias de la Tierra sujetas a la influencia oceánica. La proximidad del mar determina una amplitud térmica anual en general pequeña y unas precipitaciones importantes (1.000-2.000 mm) y bien distribuidas a lo largo del año, aunque el máximo se sitúa en la estación invernal. La temperatura media depende de la latitud, aunque se puede establecer en torno a los 10 ºC; los inviernos presentan unas temperaturas moderadas y en verano son frescas.

Clima continentalEste clima es propio de las regiones del interior de los continentes. Se caracteriza por una relativa escasez de precipitaciones, sobre todo en invierno, debido a la distancia que las separa de las áreas de influencia marítima, y por una notable amplitud térmica estacional (que puede alcanzar hasta los 60º), con unas temperaturas estivales bastante altas que contrastan fuertemente con los inviernos fríos. La temperatura media anual es inferior a los 10 ºC. Las precipitaciones oscilan entre los 300 y los 700 mm de promedio, que se producen principalmente en verano. Se pueden distinguir varios tipos: el siberiano (el más extremado, con una temperatura media inferior a los 0 ºC, una oscilación térmica que puede alcanzar los 60º y precipitaciones inferiores a los 200 mm anuales concentradas en el periodo estival); el manchuriano (con un temperatura media inferior a los 10 ºC, oscilación térmica en torno a los 40º y precipitaciones, concentradas en el periodo estival, que superan los 500 mm); y el ucraniano (con unas características térmicas similares al anterior, aunque la temperatura media es ligeramente más baja y la amplitud un poco superior, y unas precipitaciones comprendidas entre los 300 y los 400 mm anuales).

El clima de la tundra Se caracteriza por sus duros inviernos, bajas temperaturas, escasas precipitaciones de lluvia o nieve y veranos cortos. Por ejemplo, la media mensual de las temperaturas en la Tierra de Baffin oscila entre los 7 °C y los -31 °C y la media anual es de -12 °C. En el interior de los continentes las temperaturas tienden a extremarse, por lo que no hay variación en las medias anuales. El permafrost —suelo permanentemente helado— cobra especial importancia en la tundra ártica. La superficie de estos suelos se descongela en verano hasta profundidades variables. La combinación de suelo helado y superficies llanas de la tundra impide el drenaje del agua, que se estanca en la superficie o satura la capa superior del terreno. Se forman lagunas y ciénagas que proporcionan humedad a las plantas, lo que compensa las escasas precipitaciones.

Estepa (Ecosistema), paraje llano y muy extenso que carece casi por completo de vegetación arbórea. El término estepa, en sentido estricto, tiene su origen en la palabra rusa stepj (traducido como desierto, en el sentido de no cultivado ni arbolado) con la que se nombran las praderas de gramíneas de la zona templada de Rusia y de la Europa del Este. Ahora bien, resulta realmente difícil recoger todas las acepciones de este término, ya que se ha aplicado de forma generalizada a numerosos tipos de formaciones vegetales desde el punto de vista geobotánico, a diferentes fisiografías desde el punto de vista geográfico y a otros tantos lugares desde un punto de vista zoológico. Lo cierto es que, en sentido amplio, las estepas se distribuyen por todo el globo bajo diferentes macroclimas y sus ejemplos más representativos son las zonas esteparias de la antigua Unión Soviética, las praderas y llanuras de EEUU, las pampas sudamericanas y el veld de Sudáfrica. Estos lugares se caracterizan por poseer una gran diversidad florística, donde dominan las gramíneas, y unos suelos profundos, negros (chernozem), que carecen del horizonte arcilloso de acumulación, de extraordinaria fertilidad, por lo que desde hace mucho tiempo sustentan grandes cabañas ganaderas.

Clima desertico

Las zonas de alta presión atmosférica mantienen el aire seco y caliente en las zonas de la Tierra situadas cerca de los trópicos. Las lluvias en estas zonas son irregulares y escasas y la mayor parte de sus efectos se pierden debido a la alta evaporación. No hay mucha variación de temperatura entre los veranos muy cálidos y los inviernos, pero se pueden producir grandes fluctuaciones de temperatura entre el día y la noche. Los desiertos y semidesiertos de las zonas subtropicales se han desarrollado bajo estas condiciones climáticas.

La vegetación del desierto debe soportar altas temperaturas, una intensa radiación solar y sequías prolongadas. Algunas especies germinan, florecen, esparcen sus semillas y mueren en el corto período que sigue a las lluvias; son flores silvestres efímeras, que sobreviven hasta las siguientes lluvias en forma de semillas secas. Las especies vegetales perennes del desierto como tubérculos, bulbos o rizomas soportan el periodo seco. Muchas plantas leñosas conservan el agua con hojas duras y pequeñas que cierran sus poros durante la estación seca. Otras plantas del desierto son de hoja caduca, y pierden sus finas hojas durante la sequía, para volver a crecer en la estación lluviosa. Algunas especies tienen tallos verdes y pueden realizar la fotosíntesis incluso sin hojas. Un grupo importante de plantas del desierto (los áloes, agaves, euforbias, cactus y otras plantas suculentas) almacenan líquido en tallos, hojas o raíces

Parque nacional Médanos de Coro Parque nacional localizado al norte del estado de Falcón, en Venezuela. Fue establecido el 6 de febrero de 1974, con una superficie de 91.280 ha, de las cuales 42.160 comprenden paisajes continentales semi-desérticos y el resto, 49.120 ha, entornos marinos del golfo de Coro y mar Caribe. El sector emergido del parque está dominado por el istmo que separa la península de Paraguaná de tierra firme, con unos 30 km de largo por 5 km de ancho y una altura promedio de 20 m, destacando bellas dunas, médanos y marismas salitrosas con escasa vegetación de cardones y cujíes. La fauna continental es escasa, salvo los reptiles y la avifauna, contrastando con la rica ictiofauna de los sectores marinos.